Esta vez ha sido una rama la que se ha partido en el patio de un colegio. Afortunadamente en ese momento, pasadas las seis de la tarde, nadie estaba cerca. No había niños, no pasaban profesores ni padres hacia las aulas de Infantil o saliendo de ellas, y hasta el personal de limpieza estaba en otra parte del patio.
El golpe ha sido fuerte aunque la rema tronchada ha caído en vertical y ha quedado en esa posición hasta que se ha preferido acabar con ese difícil y peligroso equilibrio y empujarla hacia el suelo.
El pensamiento inicial es que a otra hora, durante las clases, especialmente en los recreos, esa zona de patio siempre está ocupada por chavales. Incluso en un día poco soleado los niños muestran cierta querencia por ese espacio junto al muro ilustrado por temas del Quijote.
Sé que alguno dirá que ahora no defiendo al árbol, son aquellos que parecen no querer leer lo que se escribe sobre ellos. Defiendo la presencia de árboles en muchos espacios, por supuesto en los patios de recreo de los colegios, y no creo que ese sea el verdadero problema. Lo es la conservación y estado de algunos ejemplares, a veces bastante previsibles como generadores de peligro y quizá otras no tanto. Pero la rama tronchada parecía seca, dañada, poco estable a ojos expertos, puede que no tanto a quienes viendo un árbol parecen ver cientos sin ahondar en su detalle. Y posiblemente esa rama debería haberse cortado antes de que se precipitara hacia el suelo bien por la debilidad de la madera o porque ayer debió haber un amago de tornado que voló algunas de las tejas de la cubierta del edificio de Infantil.
Ya he dicho, siendo bastante lego en el tema, que los árboles merecen más nuestra atención, que son seres vivos que a veces descuidamos en exceso y que llegado el momento, y por edad o falta de atención o por cualquier otra circunstancia previsible, no hay que dudar en tomar medidas radicales, aunque siempre se haya de tener claro que en su lugar habrá de plantarse un nuevo ejemplar que pueda adaptarse bien al terreno y sea adecuado al espacio que ocupará en adelante, y por supuesto que tendrá un seguimiento pertinente para que nunca pueda resultar peligroso en su ubicación.
El susto ha sido grande entre quienes lo han podido ver o escuchar. Solo un susto. Otros árboles de ese espacio escolar también debieran ser seguidos porque no puede alojarse el temor y basta ser cautos, vigilantes y activos en las medidas que se precisen. Y que siempre haya árboles que reemplacen a los que, por sus condiciones, ya no deben estar ahí.
En las fotos se puede ver el efecto del impacto en el suelo, las dimensiones de la rama y la localización del lugar donde se tronchó:
En qué colegio ha sido??
ResponderEliminarInfante Don Felipe
Eliminar¿El técnico de jardinería tiene algo que decir?¿A qué se dedica?
ResponderEliminarA mi me gustaría saber quien es el encargado de valorar los árboles y no sólo velar por ellos sino por nuestra seguridad y la de nuestros hijos . Y no vengáis los palmeros a decirme que el concejal porque este es un asunto técnico, puramente técnico.
ResponderEliminarMejor no pensar lo que podría haber pasado
Dónde está el técnico? de campaña?
ResponderEliminarEl árbol parece descortezado, ¿no? No es extraño que se pueda desprender alguna rama.
ResponderEliminarLa rama está en buenas condiciones, independientemente de como esté la corteza.
ResponderEliminar