miércoles, 1 de abril de 2015

¡ADIÓS, RAFA! (Página nº 3044)

Rafa fue alumno de nuestro colegio hasta el curso pasado aunque una larga y dura enfermedad le impidió asistir a clase la mayor parte del tiempo de su escolarización en el "Infante Don Felipe" y muchos de nosotros no llegamos a conocerle bien. Pero sí sus compañeros, profesores y tutor que ayer conocieron la noticia de su fallecimiento y estarán desolados porque Rafa no merecía morir a los trece años ni, por supuesto, haber tenido una vida cargada de obstáculos, algunos terribles, como si todo se hubiera puesto en su contra y no mereciera ni tan siquiera un poco de fortuna.

No es el momento de contar aquí los detalles pero nunca me he encontrado con una persona así, con ese cúmulo de situaciones tan desfavorables, tan desgraciadas, casi desde el mismo instante de empezar a vivir. Ni disparando la imaginación hubiéramos creído que nadie podría encontrarse viviendo una vida así, con tanta soledad, dolor, desamparo, y aún tener que padecer una enfermedad tan demoledora.

Pero a Rafa también le hemos visto sonreír, buscar y encontrar entre los dobleces de la vida motivos para regalarnos su sonrisa, no dejarse avasallar del todo por esas circunstancias que vistas desde fuera nos resultan insoportables pero que ni podríamos describir si concurrieran en nosotros mismos y mucho menos con tan corta edad. 

Cierto es que los últimos años, quizá los más duros, Rafa encontró, a su manera, una familia, algunas personas que decidieron dedicarle todo su tiempo, darle de algún modo la familia que casi nunca tuvo, y que ahora deben sentir la tristeza y el vacío de su pérdida irreparable. Puede que la vida, con ellos, le diera una mínima tregua, porque siempre hay gente buena, entregada, capaz de renuncias propias para dar un último tramo de dignidad y cariño a quien nunca lo tuvo.

También en el cole pudo dar con personas que lo acogieron, que lo integraron y que, hasta donde pudieron llegar, trataron de mejorar la vida de Rafa y hoy viven un día de tristeza y desesperanza por su muerte. Tuvo una vida efímera, como su paso por nuestras aulas, pero cuando anoche nos comunicaban su fallecimiento no pudimos sentir otra cosa que dolor, pena, por un chaval que merecía una vida más larga y mejor, la que hubiera hecho perenne su sonrisa, esa que conocimos y que era un milagro en una vida tan cruel.

¡Adios, Rafa, hasta siempre!


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5 comentarios:

  1. DEP Rafa y el pésame y a la vez aplauso para esas personas que aún no siendo de su familia le han hecho mejor los últimos meses de su vida. Gracias a Dios sigue habiendo gente buena y entregada

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  2. Que Dios lo tenga en su gloria y chapó por sus educadores y cuidadores, que le hacían su vida mejor, dando lo mejor de si mismos.

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  3. Sin duda deja un vacío en todos los que tuvimos la suerte de compartir tiempo con él. Demasiado sufrimiento en tan corta vida.

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  4. Realmente lo asombroso era esa sonrisa que siempre tenìa y con la que agradecia el más mínimo gesto de cariño hacia él. Desde donde estés seguro nos sonreirás. Te recordaremos.

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  5. A veces pensamos que estas cosas solo pasan en las películas, pero a veces la realidad supera a la ficción.
    Este tipo de circunstancias cuestionan mucho, ¿por qué tantas cosas para uno solo? Que injusta es la vida a veces.
    Por otro lado ves lo mejor que el ser humano puede dar, familia aunque no de sangre, a veces eso poco importa, compañeros, profesores, amigos...
    Un fuerte abrazo a todos aquellos que sientan la perdida.
    Y seguro que el pequeño Rafa descansará en paz para siempre y su sonrisa permanecerá entre vosotros.

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