martes, 20 de enero de 2015

LOS DÍAS QUE YA NO CELEBRAMOS (Página nº 2913)

                         Dedicado a quienes entenderán perfectamente estas líneas


Hoy es un día especial. Hoy, a la vez, es un día triste. A estas horas estaríamos ya preparados para acercarnos a felicitar, como tantos años, a una persona que, desgraciadamente, ya no está con nosotros, alguien especial porque nos enriquecía como personas, nos hacía mejores, destilaba energía positiva y estaba pendiente de que siempre nos sintiésemos bien. No está con nosotros ya va para nueve años y sin embargo anda constantemente en nuestra memoria, aparece a través de anécdotas, de imágenes, de frases. Le vemos en el rostro de sus amigos porque ellos tampoco pueden olvidarse de alguien tan importante en sus vidas, o de sus compañeros de afición al cruzárnoslos algunas veces. Pero sobre todo le vemos en su familia porque es ahí donde era sumamente excepcional y aunque peleamos por acostumbrarnos  siempre echamos a faltar su presencia.

Hoy 20 de enero es un día especial y a la vez un día triste porque tocaba juntarnos todos a celebrar la vida, a agasajarle y nos tenemos que conformar con añorar su carácter, su manera de ser, su humor y sus detalles, su afanosa vida siempre.

Quizá por edad ya tengo muchas de estas fechas que ya no celebramos, personas que han ido dando sentido a nuestras vidas, que son imprescindibles para entender lo que somos y que, irremediablemente, nos recuerdan ya que no están, sobre todo en esas fechas tan especiales que siempre nos llevaban a juntarnos y, como digo, celebrar la vida que no los años. Y esos rastros del 14 de febrero, del 10 y el 19 de abril, del 20 de ese mes, por dos veces el 6 de mayo, el 10 de julio, campan ya en el calendario sin celebraciones, sin la oportunidad de compartirlos, días enajenados a la felicidad que siempre tuvieron y convertidos en fechas de evocar, de sentir su pérdida, de recuperar los recuerdos con los que nos hemos ido vinculando a lo largo del tiempo y que son la verdadera oportunidad de que nunca mueran en nosotros.

¡Cuanto hubiera deseado que hoy fuera día de cumpleaños, de juntarnos de nuevo y bromear sobre la edad, de vitalizar este 20 de enero! ¡Cuanto que todas esas fechas mencionadas estuvieran ya reservadas para celebrar nuevos cumpleaños de quienes nos faltan!

Son los días que ya no celebramos, aunque no es verdad, lo celebramos de otra manera, más íntimamente, pensando en ellos y en todo lo que representaron y representan en nuestras propias vidas.

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4 comentarios:

  1. ¡Como me ha gustado hoy lo que has escrito! GRACIAS

    ¡ Hubiese sido un gran placer juntarnos para felicitarlo!

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  2. Sí, hubiera sido un gran día, 60 años, pero su recuerdo vive en nosotros.

    Ramoni

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  3. todas las personas nos sentimos así en algunas fechas e incluso nos sentimos desprotegidos porque nos faltan personas que queremos

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