viernes, 23 de enero de 2015

"CIUTAT MORTA" (Página nº 2917)

Algo huele a podrido en Din... ¡Barcelona!:



He dudado varios días en ponerlo quizá conmocionado por cómo la verdad puede estar tantas veces condicionada por otros intereses y, desde luego, como la realidad nos devuelve a tiempos oscuros, a actuaciones que podíamos creer impensables pero nos hablan de tortura, manipulación, compra de silencios, represión, corrupción política pero también moral. En definitiva, de que los fundamentos de una democracia están de nuevo cimentadas en la mierda y la miseria más deplorable si lo que narra este documental tiene la veracidad que parece asomar. Lo peor es que todo lo que se narra es perfectamente creíble, y esa es la gran derrota social, entender que con exageraciones o no esto se pudo producir en España en pleno siglo XXI.

Aquí hubo un delito grave de inicio con la agresión al miembro de la policía que quedó tetrapléjico. Merecía una investigación profunda, recta, fundamentada, y que los responsables pagaran por ello. Pero no que se atropellasen derechos de personas probablemente inocentes de esa acción, con métodos y actuaciones de policía y juez absolutamente despreciables y hasta con compensacion de pensiones vitalicias a los policías acusados de torturas y condenados por ellas en otro caso. O que una de las acusadas, casi exclusivamente por su aspecto, terminara quitándose la vida a consecuencia de todo lo vivido.

Todo alrededor resulta vomitivo. La degradación es el síntoma de decadencia y si creen que ya vale todo estamos perdidos.

Habrá quien quiera ver desarrapados, antisistemas, condicionando un mundo perfecto. Hay acaso lo contrario, quienes debieran garantizar el valor de la justicia y la verdad entregados a su descomposición. Si eres de estómago débil ahórrate verlo porque cuesta pensar que ni los derechos legales los tenemos del todo garantizados cuando la verdad y la justicia no son el objetivo y como ciudadano puedes quedar totalmente indefenso al poder de los miserables.

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