jueves, 4 de diciembre de 2014

"DAIMIEL: PAISAJES PARA LA SOLIDARIDAD" (Página nº 2817)



A José Antonio Alcázar le conozco desde el instituto, aquella época de granos, bigotillo incipiente y dudas, muchas dudas. Proveníamos de colegios distintos y aunque compartimos partidos, juegos y algún año clases en aquel bachillerato unificado polivalente de los setenta lo cierto es que no dejaba de ser un gran desconocido. Eso sí, era un estudiante aplicado, brillante, y es casi el recuerdo más preciso que tengo de él en aquella época porque la vida nos llevaba por caminos muy diferentes.

Hoy, tres décadas y media después, diría que no concibo mi vida sin su amistad y que, esta vez, creo que el grado de conocimiento y afecto es infinitamente mayor que entonces. Y eso que cuando miramos atrás nos sorprendemos de tanto recuerdo común, como si hubiéramos compartido entonces mas cosas de las que pudiéramos recordar, seguramente porque ser de la misma quinta nos conduce a muchos espacios comunes poblados por gente con la que ambos hemos convivido.

Lo digo como lo siento, tenemos cierta complicidad personal, esa sensación de afinidad que termina por consolidar la amistad y la fortalece. Y la discrepancia no va más allá de la chapa de un refresco sin gas.

Mañana, Jose, inaugura una exposición de fotografía en la Casa de Cultura de Daimiel. He necesitado ver otras suyas en Bolaños o Tomelloso antes de que la sala daimieleña le abriera sus puertas y le dedicara espacio a su producción. Y como es una persona generosa, sencilla, conciliadora, además ha hecho un esfuerzo por presentar en su pueblo una exposición a la que ha incorporado nuevos trabajos de esto que tan bien sabe hacer, descubrirnos a través de sus imágenes otras formas de ver aquello que sin él suele pasarnos desapercibido.

Pero además,  y de ahí el título de esta exposición, Jose ha decidido que el fruto de su trabajo, que se extiende a formatos, superficies, presentaciónes, y que le han tenido embebido durante los dos últimos meses, sea para una causa solidaria y así, toda la obra que sea vendida durante estas tres semanas, irá a Cáritas Parroquial, consciente como es de la situación por la que pasan muchas familias y que, de esta manera, pone su grano admirable al que solo falta que quienes visiten esta muestra den el paso de adquirir las imágenes, tan de aquí muchas de ellas, incluso como un posible regalo en estas fechas. O un doble regalo, porque además de su destinatario directo sabrá que ese precio es una oportunidad para muchas personas en una situación delicada.

Mañana, como no podía ser de otra manera, allí estaremos acompañando a Jose, José Antonio Alcázar, una persona entrañable, un gran amigo, de esos que vamos contando con los dedos de la mano, pero también de un magnífico fotógrafo, pues basta con ver la exposición para darse cuenta de que ni exagero ni miento.

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2 comentarios:

  1. Muchas gracias Javi, lo que dices de nuestra amistad es mutuo, y como tú lo has expresado muy requetebién, ahí queda dicho.Y en cuanto a la exposición pues aquí estoy pasando los nervios de la próxima inauguración con algunos de mis ruiditos, aunque sin chapita. ! Madre mia ! con esta publicidad mañana se va a quedar pequeña la Casa de La Cultura. Nos vemos. Yo pagaré los refrescos.

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  2. Hermoso gesto, Jose Antonio

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