martes, 23 de septiembre de 2014

GALLARDÓN, EL MINISTRO QUE CASI NADIE QUERÍA YA (Página nº 2698)

Leo en Europa Press que Gallardón fue, al inicio de 2012, recién nombrado Ministro de Justicia, el más valorado de los miembros del Gobierno según la encuesta del CIS con un 5,41. Tres años y medio después, en esa encuesta del mismo organismo realizada en Julio aparece como el segundo peor ministro valorado con un pírrico 1,87, solo superado por el eterno colista Wert.

¿Qué ha pasado en este tiempo para tan desastrosa evolución? 

Pues a bote pronto recuerdo varias cuestiones como la famosa Ley de Tasas tan criticada y que pone mucho más lejos el acceso a la Justicia de los ciudadanos con menos recursos porque ya hasta un contencioso puede solo plantearse desde una capacidad económica. Una ley que se pide derogar por parte de los partidos de oposición y que critican abiertamente las asociaciones de jueces ya sean conservadoras o progresista.

O su bravuconada de despolitizar el Consejo General del Poder Judicial o los Altos Tribunales y que se sustanció en una ley que lo único que consigue es afianzar estos sistemas de reparto político que solo buscan el control de la independencia judicial y su condicionamiento a los intereses coyunturales de los gobernantes.

O la cobardía de reformar el asunto de la Justicia Universal sucumbiendo a los intereses económicos o, por ser menos elegante, bajándonos los pantalones ante la China de los crímenes, la represión y la corrupción más salvaje.

O esta cruzada innecesaria sobre la Ley de Plazos convertida en una vuelta al pasado en la que finalmente ha terminado por ser su propia víctima. Los intereses electoralistas, la recuperación de un debate creo que superado y el posicionamiento radical hacia los intereses de una minoría han terminado por darle la puntilla.

Es fácil entender, creo, que la opinión pública que en un inicio apreciaba sus cualidades aprobándole donde la mayoría no alcanzaba el 5 haya derivado hacia la deserción y la crítica cuando ni ha cumplido con lo que dijo sobre despolitización ni ha solucionado los problemas endémicos del sistema judicial ni ha sabido abordar una ley del aborto que pretendía imponer una moralidad que no es, desde luego, la de la mayoría ciudadana por más que se emperre.

Eso sí, se ha ido elegantemente, asumiendo culpas como si todo fueran decisiones personales y no colegiadas en este Gobierno, repartiendo halagos a diestro y siniestro y sin querer polemizar aunque en el fondo se sienta víctima. Dice que se va de todo, del todo, pero se guarda en la manga pertenecer al Consejo Consultivo de Madrid remunerado con altísima paga y otras bicocas gracias a los puestos políticos ocupados.

Desde mi punto de vista se ha ido un mal ministro de Justicia, solo juzgando su labor y no su persona. Ha logrado casi la unanimidad de todos en la crítica y casi nadie al lado del halago a su persona. Cambiar un 5,41 por un 1,87 requiere de méritos que los ciudadanos han sabido apreciar al puntuarle. No hay más que decir.

*

7 comentarios:

  1. Sería curioso e interesante saber la puntuación que los demas nos dan a cada uno de nosotros si se realizara una encuesta, algunos quedarían/quedaríamos muy sorprendidos, pero nos gusta dar la opinión de otros y no la de uno mismo

    Decir que el tema es sobre la valoración de Gallardon, exponiendo los motivos de ello, por tanto no viene a cuento lo de que sigue en el consejo consultivo de Madrid, esto es mezclar churras con merinas

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    1. ¿Y porqué no? al tercer farol ha tenido que soltar las cartas, aunque ya le funcionó 2 veces antes. Y ahora se va, pero se queda con las prebendas. Comportamiento que por habitual incluso nos parece aceptable, por otro lado. Aquí todo el que predica la austeridad y el sacrificio cobra al menos 2 sueldos públicos (y otros tantos privados).

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  2. Gallardón era parte de la caspa y menos caspa siempre será mejor

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  3. Anoche en Genova se reunieron unos cuantos fetoflautas para protestar. La manifestación no fue comunicada y por lo tanto es ilegal. ¿Por que no la disuelven los antidisturbios a palos como han hecho durante el resto de la legislatura? También me gustaría oír eso de la mayoría silenciosa.

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  4. Ha conseguido el logro de hacer que jueces, fiscales y abogados se pongan todos de acuerdo. Todos en contra de sus leyes pero de acuerdo. Nefasto. El que iba de pepero guay al final resulto ser el más facha de esa caterva.

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  5. Los sondeos del gobierno decían que el 75% de sus votantes rechazaban la ley. En la calle no existe ya conflicto con el aborto excepto en al extrema derecha y en los cristianos más rancios. Además que la ley abortada se pasaba de frenada y nos devolvia muy atras en el tiempo y nos igualaba a leyes de países tercermundistas muy alejados de legislaciones europeas.

    También hay que dar las gracias a los colectivos que han luchado desde el principio contra esta ley. Se está demostrando en esta legislatura lo que vale luchar y protestar. Si nos uniéramos más todavía no harían lo que quisieran estos castuzos.

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  6. Las valoraciones ciudadanas de los políticos parecen ir de 0 a 5, en lugar de 0 a 10. Ya es hasta raro que alguno llegue al 5 pelado. Y mira que algunos juegan con un electorado favorable que les daría la máxima puntuación aunque presentaran a Bob Esponja de candidato, si encima vuela una gaviota.

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