sábado, 5 de abril de 2014

ÉRAMOS POCOS Y PARIÓ... GALLARDÓN (Página nº 2469)

Anda ahora Gallardón metido en ampliar aforamientos, esta vez el de la Reina y los Príncipes de Asturias, porque dice el caballero que resulta una disfunción que un ministro pueda estar aforado y la Reina no. Pero la verdadera disfunción es que en España haya miles de aforados políticos, cantidades imcomprensibles en cualquier otro país de nuestro entorno, y precisamente en el ámbito donde más corrupción se produce. Sí, esa es la disfunción real.

Porque el aforamiento perseguía, sobre todo, que la labor política no se viera condicionada por una recurso a la judicialización por parte de los rivales como estrategia contra él. Pero claro, en este país, el motivo se convierte en pretexto para otras cosas y no solo convirtieron el aforamiento en blindaje importante de ministros, diputados y senadores sino que lo extendieron a todos los parlamentos autonómicos y de paso a altos cargos de la Judicatura, de la Fiscalía, del Tribunal de Cuentas, del Tribunal Constitucional, al Defensor del Pueblo, a los miembros del Consejo del Estado, hasta el paroxismo en un reparto discrecional, caprichoso y abusivo, y para más inri, dado que cuando se les levante el blindaje irán a los tribunales superiores pues ya se han encargado de seleccionar su perfil guardándose la posibilidad de ser propuestos por ellos mismos a través del parlamento.

¿Qué será lo próximo?, ¿extender los aforamientos a maridos, esposas, hijos, yernos y demás parentela de los aforados? Ya sé que suena a disparate pero visto el panorama uno ya no se extrañaría de nada porque en vez de demostrar honestidad, solvencia moral, rectitud, transparencia, etc..., en vez de profundizar en estos valores solo han profundizado en protegerse, poner barreras a su posible imputación y extender todo lo que pueden sus privilegios para acercarse a la impunidad. Lo que deseamos son personas que den ejemplo, que no teman a nada y obren siempre con el bien general por norte, y la verdad, solo vemos gentes protegiéndose el trasero  y convirtiendo la política en una puñetera sospecha continua donde encajan muy bien esa barbaridad de blindajes.

Eran ya cerca de 10.000 los aforados para que el ministro del NO-DO nos diga que es de justicia ampliarlo al consorte del rey o la reina y a sus sucesores inmediatos. Eran pocos y parió Gallardón.

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6 comentarios:

  1. Al final se quitó el disfraz. Gallardón es el ministro mas carca de la democracia y va a volver la Justicia a sus peores niveles

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  2. Nadie deberia de tener aforamiento y digo nadie.
    Cualquier persona deberiamos de tener el mismo derecho ante la ley desde el primer instante de cometer cualquier infracción

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  3. Da gusto leerte, como te explicas de bien

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  4. Ya no se cortan en ponerse verdes entre ellos

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  5. A nivel local tampoco se cortan en ponerse verdes

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  6. Tienes razón. a mi me da vergüenza ajena cuando empiezan a ponerse verdes, a meter mierda y hablar de todo lo que no tenga que ver son su trabajo en el pueblo. Porque después de todo, les votamos para que Daimiel, vaya mejor, y la vida de los ciudadanos sea mas confortable. Y a mi me da los mismo lo que haga cada uno siempre que no repercuta en su labor municipal.

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