El jueves pasado acudí, como un centenar más, a la actuación de Impro Show. Se celebraba, así, el Día Mundial del Teatro, aunque en Daimiel otras actividades, promovidas por la Escuela Municipal de Teatro, completaban la celebración. Para la ocasión, además, la Delegación de Cultura puso unos precios muy asequibles, especialmente los dirigidos a estudiantes de Secundaria y alumnos de Centros Especiales que costaban un euro. Pues bien, la entrada fue bastante pobre y la de estudiantes de Secundaria casi brilló por su ausencia.
Para mí fue decepcionante comprobar que ese sector de edad daba la espalda a una oferta que, por su temática, se adaptaba como pocas a sus intereses. Una obra sorprendente, dinámica, participativa e hilarante, ideal para un público joven. Yo ya había visto alguna obra de este tipo en el Festival de Lazarillo, Manzanares, con la Compañía Imprebís, en la que con la frase que yo aporté se representó una pequeña obra en formato de zarzuela, y tenía claro, antes de asistir, que iba a pasármelo muy bien y que así ocurriría con cualquiera que diera el paso de acercarse al Teatro Ayala.
Además me consta que en algún instituto, concretamente el Juan D'Opazo hubo profesores que animaron a asistir a sus alumnos aconsejando que no iban a salir decepcionados.
Por otro lado Daimiel tienen una trayectoria de promoción del teatro desde tempranas edades que, en teoría, debían haber educado a los jóvenes en este tipo de actividades culturales. Es más, en los centros de enseñanza no es nada raro que se promuevan representaciones teatrales para festivales diversos y muchos alumnos tienen cierto atractivo por participar en ellas.
Sin embargo, ya ven, el patio de butacas fue un páramo de estudiantes, salvo los pocos que pertenecían a la Escuela Municipal de Teatro. Y por más que la obra fuera un jueves no cabe atribuir a este hecho la ausencia. Porque curiosamente el jueves anterior se celebró en Ciudad Real un macrobotellón para celebrar la llegada de la primavera y me consta que más de un centenar de estudiantes daimieleños de Bachiller y Secundaria estuvieron allí.
Quizá esa sea la verdadera decepción, que la prioridad cultural de los chavales sea la de la botella.
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Desde que echaron a Germán del programa Alcazul hay un vació en la comunicación Ayuntamiento-juventud. Es muy difícil trabajar con la juventud y más en un pueblo. Creo que la concejalía de Juventud no está haciendo un buen trabajo en los últimos años ya que se ha vuelto a las actividades anuales para cumplir un programa olvidándose de iniciativas de ir a por los jóvenes y no esperar a que ellos se muevan.
ResponderEliminarPero si no hacen na de na
ResponderEliminarEs que basta ver "el espíritu" con que se manifiestan tanto el concejal de juventud como el de cultura ( concejalías que desde el primer momento-circunstancias aparte- no se han tomado en serio) Así pues, de qué nos lamentamos.
ResponderEliminarDos facetas claves que están en el limbo de la "desatención".
¿Hay concejalia de la Juventud?
ResponderEliminarY los padres?
ResponderEliminarNo pintan nada en todo esto?
El pueblo en sentido de ocio se muere. Es una pena que un pueblo con tanta gente joven no se haga nada ni se mire por ellos. Que tengan que coger coches y salir fuera, hay pueblo mas pequeños con mas actividades y movimiento que Daimiel, que es uno de los pueblo (quitando alcazar, puertollano, tomelloso, valdepeñas..) mas grandes de la provincia.
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