Esto es sonetillo-ficción, lo que hubiera sucedido si a Rajoy, el primer presidente de gobierno que visitaba Fukushima, le hubieran contado que en ese momento había ocurrido un nuevo vertido:
Fue Mariano a Fukushima
tan feliz y entretenido,
diciendo estar convencido
que más riesgo hay en la prima.
Cuando a la central se arrima
va y se produce un vertido.
¡Pues sí que la hemos jodido!,
dice sin que se reprima,
¡y encima estos japoneses
me harán comer entremeses
y hasta beber un sorbito
de este agua sospechosa,
en vez de una gaseosa
y un plato de pulpo frito!
Y demuda su carilla,
descompone la figura,
y pierde la compostura
echando hasta la papilla.
*
¡¡¡Por dios, que no se acerque a la plataforma de almacenamiento de gas Castor!!! Parece gafe
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