Ésta es una foto con historia. Aquel día, 27 de enero de 1980, estrenábamos chandal, todo un lujo entonces que la directiva del Daimiel C.F. tuvo a bien concedernos ya comenzada aquella temporada de la Liga de Juveniles, encuadrados como estábamos en el Grupo I, y se nos ve lo formalicos y flamantes que estábamos posando. Tras de nosotros uno de nuestros medios de transporte habitual, el mini-autocar de Melero, aunque en otras ocasiones era el macro-taxi de Justo y los coches de algunos directivos los que nos llevaban y traían a los distintos campos, y en el último de los partidos del trofeo Alarcos, que ganamos, acudimos a Malagón en el remolque de un tractor para luego quedarnos en el Santuario de las Cruces para celebrar la romería.
Aquella temporada, la 79-80, comenzamos con una derrota en el campo del Calvo Sotelo y un accidente a la ida, a la altura de Ciudad Real, en la que el único herido fui yo pero que no me impidió jugar.
Quizá no se valore el hecho de tener y estrenar ese chandal pero al contrario que ahora no todos los jugadores de aquel equipo teníamos botas de fútbol propias y jugábamos con algunas usadas, y solo disponíamos de una equipación oficial porque la ropa de entrenamiento era lo que cada uno podía aportar. Aquél chandal, de la marca Puma, fue la releche, un lujazo que merecía aquella foto.
A los futbolistas les conoceréis, seguro, porque algunos de ellos dieron buenas tardes de fútbol en el primer equipo o en categorías superiores, y han estado vinculados mucho tiempo a este deporte o aún siguen haciéndolo. Yo, el segundo agachado por la izquierda era el más flojito de todos, el único de aquel equipo que jamás jugó en el Daimiel grande, pero tengo el orgullo de que siguen siendo amigos y ese es el mayor triunfo de aquel año, jugar con ellos.
De pie, de izquierda a derecha:
Rimún, Jesús Borondo, Magín, Manuel Ángel Peña, Leo, Pedro, Toni, Waldini
Agachados, de izquierda a derecha:
Jesús Mª Arroyo, Javi, Pedreros, Ramón el Jaro, Tarranta y Moya.
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Javi, me parece que no es Tarranta, sino Luis (el cresta).
ResponderEliminarHay en la vida algunos momentos que se quedan grabados sin saber por qué, después de pasar el tiempo lo comprendes, son momentos en que la gente que tienes al lado te hacen ser feliz, y por supuesto son momentos inolvidables, y en esa foto, fue uno de muchos.
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