Es cierto que el Parlamento Europeo viene haciendo una llamada a armonizar las condiciones de los procesos electorales en Europa y que la recomendación de bajar la edad para poder votar a los dieciséis años está presente en ese corpus intencional pero, nos nos engañemos, al debate político español llega a partir de cierta aritmética electoralista interesada desde la izquierda que está convencida de que esos nuevos ochocientos mil votantes serían, en su mayoría, voto progresista, de mayor posibilidad movilizadora y, por tanto, capaz de decantar hacia la izquierda los resultados electorales que hoy, más que nunca, parecen equilibrados. Y a esa idea contribuye también que los partidos más de derechas (PP, Ciudadanos y PNV) sean los que se hayan opuesto parlamentariamente a esa propuesta.
¿Para qué nos vamos a extrañar que en la política nacional, y en algún caso nacionalista, más que la intención real prime el cálculo electoralista? Siempre, o casi siempre, ha sido así, puntadas con hilo interesado por encima de la conveniencia o no para el total de la ciudadanía. ERC apuesta claramente porque está convencido de que en esos chavales del descarado adoctrinamiento educativo contra la "España que les roba" está la opción de una mayoría social para sus fines independentistas. Para los partidos de izquierda a nivel nacional la oportunidad de darle un vuelco político al país con gente más concienciada con términos como la justicia social, la solidaridad o la igualdad, suficientes para el objetivo de sacudirse a una derecha sustentada por una sólida base de votantes de edad avanzada.
Yo tengo mis dudas numéricas. Por lo que conozco y he visto en mi entorno muchos nuevos votantes han pasado de estos procesos decepcionados por un mundo político lleno de corrupciones, intereses, enchufismos, falta de empatía con los intereses de los nuevos votantes. Seguro que un buen porcentaje de esos ochocientos mil posibles votantes de 16 y 17 años pasarían, del mismo modo, de votar, porque no son tontos y ya han ido descubriendo que el sistema está tan viciado que no votar o votar en blanco les supone una opción más que aceptable y preferible. ¿El resto es de izquierdas? Puede que una mayoría sí, fruto de cierto idealismo y de la exposición a valores universales que los centros educativos y la sociedad propone y que puede calar mejor en una ideología progresista. Pero muchos otros apostarían por partidos de centro o de derecha, sin lugar a dudas, y el efecto buscado quizá no sería tan notorio como se pretende por los partidos de izquierda, aunque puede ser que fuera suficiente para esos intereses de cambio en España o de independencia en Cataluña.
¿Pero se debe rebajar el voto a los dieciséis? Yo tengo mis dudas, y no porque considere que no estén capacitados, sino porque entiendo que fijar una edad diferente según qué cosa o derecho no me gusta. Estipular los dieciséis años como edad legal unificada para todo, desde trabajo, edad penal, edad con derecho a voto, a conducir, etc...me parece lógico como objeto de debate pero no acabo de ver este afán interesado de fijar distintas edades según conveniencia interesada y establecer esa gradación sin un criterio aparentemente lógico.
No estoy, pues, en contra de que se rebaje la edad a los dieciséis años para votar siempre que se iguale a esta edad todo. Sí estoy contra el trampeo partidista, contra ese juego calculador que pretende hacernos creer que los chavales y chavalas son maduros para según que cosas a los dieciséis y para según que cosas a los dieciocho. Y sobre todo estoy a favor de un debate honesto, sosegado, con una consulta popular o referendum si hace falta para escapar, al menos un poco, a ese viciado debate político de calculadora electoralista.
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Cuanto más viejo es el mundo mas tontos estamos. conocéis quien gobernaba en el consejo del Gran Sanedrín?. sesenta ancianos presididos por un sumo sacerdote. ¿os enteráis progres?
ResponderEliminar¿Y crees que ahora es muy diferente? 34 señores y una señora que por la media de edad ya debieran estar jubilados en lugar de acaparar sueldos y consejos. Un gobierno compuesto por gente cuya edad media ronda los 55. Todos con su vida -y la de sus familias hasta los bisnietos- resuelta, pero que invariablemente no se retiran para seguir ganando cifras millonarias en euros cada año. Y mientras, esos 800.000 posibles votantes ven como su futuro sigue siendo igual de negro ahora que hace unos años. Precariedad, contratos basura, horas extras impagadas, jornadas interminables o de un par de horas semanales...
EliminarYa solo nos faltaba dejar el gobierno, en manos de los niños, que por lo menos el móvil, lo manejan bien.
EliminarAnoche el parque del Carmen era un macrobotellon, se quedó lleno de basura y cristales y la policía nada de nada.que vergüenza
ResponderEliminarY si viste lo que dices, cual es el motivo, porque lo tendrás para no haberles llamado con el fin de comunicarles lo que sucedia en este lugar.
ResponderEliminarResulta más que evidente que la propuesta de ampliar hasta los 16 años la edad de voto responde a intereses electorales de partidos de izquierdas. Lamento repetirme (comenté algo similar en otra entrada) pero esto es debido a que a esas tempranas edades las mentes son más manipulables y, por tanto, desde la enseñanza se les puede moldear hacia unas determinadas posiciones. No son pocas las noticias que muestran como profesores no independentistas sufren acoso en el trabajo, así como los niños que quieren aprender el castellano en Cataluña. Luego, los niños independentistas crecen y se dedican a amenazar con navaja en mano a SociedadCivilCatalana en la UAB. (http://www.elmundo.es/cataluna/2016/04/19/571657c522601df3198b45db.html)
ResponderEliminarEn fin, volviendo al tema que nos ocupa, pedimos derechos a mansalva y me pregunto: ¿los deberes para cuando?. Sería de chiste que un chaval de 16 años no pueda conducir un coche, no pueda ir a prisión y si ejercer el derecho a voto.