jueves, 7 de abril de 2016

SIESTAS DE TRES HORAS...¡¡¡¡!!!! (Página nº 3570)

Lo he intentado, por aquello de dejar el tópico sobre España en todo lo alto y para darle la razón a la prensa internacional pero no ha sido suficiente con la intención, he fracasado en el intento de dormir una siesta de tres horas, esas que dicen los medios europeos y americanos que son las habituales. No sé si el fracaso se ha debido a no seguir la ceremonia del pijama y orinal que defendía Camilo José Cela o simplemente a que no hay narices, desde una vida más o menos ordenada, a sobar tres horas seguidas ni aunque te metas un diazepan.

Resulta curioso que una de las pocas propuestas aceptables de Mariano Rajoy, que pasaría por racionalizar los horarios laborales allá donde se pueda, pues no todos los trabajos podrían adaptarse a esa buena intención, termine dando como titular que el Presidente en funciones quiere cargarse la siesta española, quizá la mejor aportación de nuestro país junto a la dieta mediterranea, siesta que, por cierto, la gran mayoría de la población de España no puede disfrutar en la práctica y que responde más a ese juego de tópicos que nos pinta dormitando en el espacio que va entre comer e ir a los toros y restarle horas al dormir nocturno por nuestra sempiterna fiesta flamenca.

Tampoco es que vayamos a quejarnos por la atribución de tópicos, mejor la alegría festera y el siestorro que la estupidez pistolera de los yanquis, la monotonía triste-cervecera de los británicos y alemanes o el alcoholismo anticongelante de los rusos, que en la carrera de tópicos salvo italianos y cubanos casi salimos bien servidos.

Ya en serio, la racionalización de los horarios, la búsqueda de modificaciones que favorezcan la conciliación laboral y familiar, son cuestiones que aparecen como asignaturas pendientes que siempre se esbozan pero jamás se concretan ( y esto si no es un tópico español ya se ha vuelto una costumbre despreciable, prometer para luego no hacer) y estoy con Mariano Rajoy, toca darle una vueltecita a esto de los horarios laborales, ponernos al día y pensar que no todo es trabajo...ni siesta de tres horas, sino que debemos entender que los criterios que se persigan para determinar la extensión de la jornada de trabajo deben pasarse por el cedazo de la racionalidad y la eficiencia pero también por el de favorecer conciliar vida privada y laboral para que ambas sean igualmente satisfactorias.

Y aquí, entre nosotros, mi siesta se ha quedado en 43 minutos, después de una mala noche, una más, producto de la incomodidad para dormir por el tema de la operación. Ni acercarme.
 
Por cierto, tengo foto real de mi siesta de hoy, pero he preferido recurrir a Van Gogh, por pura estética y ahorraros la imagen.

La siesta

4 comentarios:

  1. Aunque no tiene relación con esta entrada,y como dice el refrán “al César, lo que del Cesar", en relación a la entrada del pino de la Calle Ancha (creo que había alguna más, y tenías gran parte de razón), ahora el Ayuntamiento ha empezado a reponer muchos de esos árboles en algunas calles como la C\ Jesús, así que me alegro que empiecen a reponerlos.

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  2. "Que no hombre... que no": que los arboles son para el campo, y los parques.

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    1. Te acabas de cargar la historia del urbanismo

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  3. Por suerte trabajo en una empresa meramente exportadora, que hace ya un año adapto sus horarios digamos al horario "europeo". Y debo decir que aunque descompasados con casi el resto de España, acabar mi jornada laboral a las 5 o 5,30 y lo viernes a 3 es un lujo que ya no quiero perder.

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