viernes, 12 de febrero de 2016

LA VIDA ES UN ACTO SOCIAL...TRAS EL QUE NOS ESCONDEMOS (Página nº 3484)

Lo es, en casi cualquier situación de la vida en la que se juntan personas e interactúan se convierte en un acto social y, como tal, entran en liza lo que queremos transmitir y lo que de verdad transmitimos. En el primer caso hay siempre un poco o mucho de impostura que no nos relaja. En la segunda una falta de control sobre lo que somos para los demás que nos incomoda. Y por lo tanto en esas situaciones, en general, somos incapaces de desenvolvernos con naturalidad y tendemos al postureo, al cultivo de la imagen, y nos prestamos a ese mismo juego de valorar y ser valorados solo por nuestro aspecto y primera impresión, y somos capaces de mutilar nuestra propia personalidad en función de ese único criterio.

Quizá por eso los lazos con los amigos de verdad, los contados, los que significan algo importante en nuestras vidas, se vuelven tan intensos. Sí, porque en ese ámbito somos capaces de abandonar las defensas, mostrarnos con naturalidad, relajarnos sin esperar una evaluación nuestra hacia ellos pero, del mismo modo, sin esperar que nos evalúen. No hace falta demostrar nada y que ellos se exhiban buscando nuestra aprobación.

Ese es uno de los valores más singulares que otorgo a la amistad, la razón por la que creo que terminan por ser tan importantes para nosotros pero a la vez en número tan reducido. Es complicado apearse de protocolos, imposturas, poses, y solo con unas pocas personas terminas sucumbiendo a la naturalidad, la franqueza, la confianza. Pero cuando lo consigues te hace sentir tan bien, tan relevante para ellos como lo son para ti que convierten esa amistad fetén en una de las cosas mejores que puede ofrecerte la vida.

Pero no nos engañemos, gran parte de nuestra vida nos devuelve a esa otra relación viciada en la que nos esforzamos por parecer, por aparentar, por contener, por fardar, por preocuparnos demasiado de no llegar a ser nosotros mismos, sin darnos cuenta que este afán continuo contamina todas nuestras relaciones menos intensas, las hace frágiles y terminan marcando una forma de actuar basada en la apariencia que es solo un farol, un full, una rotunda máscara tras la que corremos a escondernos porque no nos gustamos como somos frente a los demás.

¡Ay los amigos de verdad, qué remanso, qué tesoro!

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1 comentario:

  1. Aglomerados Daimiel sale en el Caso Púncia por primera vez http://www.elmundo.es/madrid/2016/02/13/56bf176c46163fbe048b459f.html

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