Según Público el año 2014 se cierra con 2.000 imputados por corrupción y 150 casos abiertos.
Todavía hay caraduras que dicen que son unos pocos nada más para relativizar la gravedad del problema.
Otros prefieren decir que hay que dejar a los jueces trabajar, que no comentan procedimientos judiciales.
Si se hubieran preocupado de legislar y dotar de medios suficientes a policías, fiscales y jueces no estaríamos hablando de estas cantidades en 2014. Ese el el verdadero fracaso de la política nacional, se ha convertido en un criadero de ratas, ladrones y sinvergüenzas porque han encontrado terreno abonado para dar suelta a sus miserias.
Que no nos cansen ya con buenas palabras y vanas intenciones, nadie en su sano juicio puede dejarse engañar de nuevo.
Veremos si 2015 no termina por ofrecer peores cifras aún.
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