NO DEJAN DE SORPRENDERME (Página nº 2687)

Madrid ha tenido la necesidad de dar un sitio preferente a Margaret Thatcher en el callejero de Madrid colocando su nombre a una plaza cerca de Cibeles. Yo, que por lo general evitaría nombres de políticos en los callejeros por aquello de no asistir al quita-pongo revanchista del turno de poder, al menos entiendo que aquellos que merecen calle, avenida o plaza en una ciudad lo hacen porque bien han nacido en ese lugar o han hecho algo importante por la ciudad que les homenajea, y sinceramente, no encuentro qué de relevante ha hecho la ex-primera ministra británica por Madrid ni el mérito para tal reconocimiento y casi se me ocurren bastantes más para que no se le hubiera ocurrido a alguien nominar un espacio madrileño con ese nombre que quizá en Londres tuviera mucho sentido pero que aquí resulta poco convincente.

En general me parece tan inapropiado como que se pusiera una plaza Felipe González o José María Aznar, por ejemplo, en la City, junto a Trafalgar Square. Pero ya digo, a uno no dejan de sorprenderle estas decisiones como no entendería calles Merkel, Hugo Chaves, Sarkozy, Putin, Obama o Berlusconi en la capital del país dentro de unos años o décadas.