Una lista cerrada blinda la opción de saber qué valor da el votante a cada miembro de una lista. Ahora el orden lo establece cada partido y obliga a respaldar a gente que, casi seguro, no votarías en ningún caso si tuvieses la oportunidad de elegir a quienes sí merecerían tu respaldo, incluso pudiendo elegir a candidatos de diversas formaciones.
La realidad, pues, es que llegan a concejales personas que solo se benefician de ir en una lista y aprovechan el tirón de unas siglas o un cabeza de candidatura atrayente. Y claro, luego encuentras que hay gente trabajadora, capaz, útil, competente, y otros que tienen como mérito principal chupar cámara y salir en todas las fotos.
Lo que ocurre es que las listas abiertas no son queridas por la mayoría de los partidos porque podría dejarlos en evidencia al ver como los supuestos líderes, en los puestos punteros, podrían verse superados por compañeros de lista en puestos más relegados pero que recibirían mayor número de votos. Y además dejaría sin tantas herramientas de control a las ejecutivas porque cada candidato de la lista tendría el verdadero valor que le atribuyesen los votos obtenidos y deberían someterse a ese respaldo a la hora de repartir responsabilidades.
Es llamativo que el Partido Popular hable de modificar normas y leyes para la regeneración democrática y opte por aquellas que la restringe. Y llamativo que no contemple las listas abiertas, una fórmula que hasta legitimaría que la persona más votada, y no la lista, pudiera ser la llamada a ser alcalde o alcaldesa, aunque añadiendo otra serie de elementos que ahora no pasaré a tratar.
Una lista abierta, a nivel municipal, donde casi todos nos conocemos, ofrecería una composición distinta, seguro, a la configuración actual. No muy distinta, quizá, pero suficiente para saber la verdadera opinión de los ciudadanos sobre lo que se les ofrece y cómo valoran a cada uno de los que se presentan en esa lista abierta quienes se acercan a las urnas.
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añadir al ultimo párrafo: nos conocemos en localidades como Daimiel u otras con similar numero de habitantes, pero ya a nivel de Ciudad Real capital y localidades mayores, es dificil conocer a algunos de los candidatos,
ResponderEliminarLas listas abiertas serian lo ideal pero seamos realistas, si es difícil encontrar candidatos para una lista cerrada, en la que se vota a unas siglas, para confeccionar una lista abierta no habría muchos candidatos.
ResponderEliminarEstando de acuerdo en que las listas abiertas ofrecen una mayor posibilidad al ciudadano de elegir, nominalmente, a quien prefiera, creo que hay algunos condicionantes que habrían de tenerse en cuenta para que la elección se hiciera, realmente, con conocimiento de causa.
ResponderEliminarEn primer lugar, todos los candidatos de todas las formaciones políticas deberían contar con los mismos medios de difusión de sus propuestas, con los mismos tiempos y en las mismas condiciones.
Sabemos, sobradamente, que esto hoy día no es así. Solo los partidos vinculados al poder político-economico (PPSOE) tienen a su disposición un amplio surtido de medios de comunicación (públicos y privados) que les permiten difundir sus propuestas programáticas y dar a conocer sus candidatos. El resto de opciones politicas, solo cuenta con apariciones esporádicas y nunca con el mismo tiempo y condiciones. Como suele decirse: "lo que no sale en la tele no existe". Y así es.
En segundo lugar, no todos disponen de los mismos recursos económicos para financiarse campañas electorales. La injusta ley electoral que tenemos, además de primar electoralmente, al bipartidismo (PPSOE), también lo hace a nivel económico, otorgando recursos en función de los votos obtenidos. Es decir la "pescadilla que se muerde la cola".
En tercer lugar, yo no creo que la solución a los problemas de desprestigio político que vivimos sea recurrir al individualismo y a confiar en que una persona por muy capaz y honesta que sea, como tal persona, puede sacarnos del maremagnum en el que nos encontramos. Más bien creo que las instituciones "democráticas" deben mantener un contacto "permanente" con la ciudadanía, mediante consultas y otras fórmulas participativas, que permitan la existencia de un verdadero control ciudadano sobre la gestión de los asuntos públicos. No solo limitarnos a votar cada cuatro años, sino ser partícipes de la política y, por supuesto, tener la posibilidad legal de revocar, durante su mandato, a cualquier candidato electo que incurra en incumplimiento programático o acciones corruptas. Además debería establecerse una limitación en la dedicación a la vida política por parte de los candidatos electos, para evitar el "acomodo", el surgimiento de las conocidas "corruptelas".o la tan perjudicial "profesionalización" de la política.
En cuarto lugar, tengo la impresión de que todos los problemas, derivados de la gestión de lo público, que nos afectan directamente, se deben más a nuestra desidia, apatía, falta de compromiso y participación en los asuntos públicos que a la acción del gobernante. Si la participación ciudadana fuera un hecho real, el gobernante tendría menos posibilidades de vincularse a los lobbies de corruptores y de desvincularse del pueblo.
Por último, para no extenderme más, creo que hay que tener en cuenta que la política municipal, por muy local que la queramos ver, no puede desvincularse de la provincial, regional, nacional e, incluso, internacional. Hoy, en cualquier municipio, vivimos situaciones de desempleo masivo, recortes y/o desmantelamiento de servicios públicos, deshaucios..., que no son aislados ni casuales, sino que se deben a unas determinadas políticas, dictadas por "entes supranacionales", a los que nadie elegimos, acatadas por gobiernos nacionales, puestas en práctica por gobiernos regionales y sufridas por los ciudadanos a nivel local. Quiero decir con esto que lo "local" no debemos entenderlo solo como "ente geográfico" aislado, sino principalmente como "ente poblacional o humano" vinculado a las políticas que, en ámbitos superiores se acatan y aplican.
En definitiva, que creo que es más positivo que la ciudadanía nos impliquemos más en la participación política que andar buscando individualidades superpreparadas.
Listas abiertas si, pero en igualdad de condiciones. Si no, solo sería un "paripé". Participación ciudadana efectiva, también y más.
Ya conocemos lo que los partidos del PPSOE entienden por "democracia". Algo parecido a un embudo, "por aquí tendréis que pasar". Es hora de abrir realmente las instituciones a la ciudadanía, de preguntar y votar no sólo una vez cada cuatro años, sino cada poco tiempo, cuáles son las prioridades de la gente y en qué quieren que se emplee el dinero de sus impuestos (que igual lo quieren gastar en flores para la virgen, toros y fútbol, pudiera ser...) Más plenos públicos y menos visitas privadas a los despachos, más libertad para reivindicar los derechos ciudadanos... Para continuar como estamos, nunca faltarán candidatos a la poltrona. Para mojarse y cambiar a mejor, siempre será difícil encontrar personas honestas y dispuestas a dar su tiempo, pero seguro que las hay y deberían plantearse la ocasión para dar el paso adelante. Porque estamos a unos pasos del precipicio que separa la pseudocracia actual de la dictadura encubierta, y seguimos caminando con paso firme.
ResponderEliminarComo decía Platón, "El precio de desentenderse de la política es ser gobernados por los [hombres] peores"
Ardo en deseos de ver la catetada del desfile inaugural con nuestras peñas disfrazados. Ardo en deseoos porque nuestro conceja de festejos junto a las peñas han convertido el desfile inaugural de las fiestas en oro desfile de carnaval. tal cual, amayor gloria de nuestras catetas peñas y por un puñado de votos.
ResponderEliminarQue diferencia a las peñas del norte donde de verdad la gente se implica. Las de aquí, nuestras peñas, pos eso, pa mi están de más. CATETADA.
antes de ponerte a faltar al personal, ya sea a las peñas, al concejal de festejos etc, aprende a escribir y después dices las cosas con educación
ResponderEliminaroro y plata