LA FERIA MEDIEVAL (Página nº 2513)

Lo primero ante todo es decir que bienvenida sea la Feria Medieval en cualquier caso porque, como otros muchos eventos, logra sacar a la gente a la calle, animar a los daimieleños a acercarse al centro y a los visitantes les depara un añadido en su visita a Daimiel. Ya solo por eso, me parece, conviene darle el valor a su instalación y si de paso tienen respuesta en cuanto a compras pues mejor que mejor porque, seguramente, garantizará nuevas ediciones.

Digo esto a tenor de los diversos comentarios que son respetables y que hacen referencia a que este año presentaba menos puestos. Aparte de quienes vean una ventaja o inconveniente en ello o que busquen comparaciones con otras ediciones para la crítica o el halago lo cierto es que no deja de ser un éxito poder tener un evento así todo un puente y quiero recordar las palabras del presidente de la asociación que lo monta aludiendo a que estas fechas eran más complicadas precisamente porque el desplazamiento de gentes ha hecho que algunos asociados hayan preferido desplazarse por su cuenta a lugares de mayor afluencia y donde podrían incrementar sus ventas. Esto explicaría lo evidente, que en efecto hay menos tenderetes y artesanos que en otras ediciones en los que se realizaba en un fin de semana ordinario, y posiblemente esté compensado por la permanencia del mercado medieval un par de jornadas más que lo habitual.

Yo creo, sinceramente, que aunque se notase un menor volumen de puestos la idea está bien, dinamiza la vida de la ciudad, oferta algo distinto y si el tiempo acompaña como en estos días todos salimos ganando, y aunque seguramente la mejor de las ferias medievales fue la primera, tanto por la novedad como porque la ambientación y la variedad fueron mejor conseguidas, o esa es mi impresión, todo depende del criterio de cada cual y a mi me basta con disfrutar cada año de un evento que sirva para animar Daimiel y darle vidilla, que se necesita.