viernes, 9 de agosto de 2013

GIBRALTAR ES UN ANACRONISMO (Página nº 2058)

Cuando comencé a trabajar en Anchuras viví en una plazoleta de la que arrancaba una calle llamada Gibraltar Español. Me llamó mucho la atención que en aquel pequeño pueblo alguien hubiera bautizado tan reivindicativamente una de sus vías públicas y más cuando averigüe después que aunque existen más localidades con calles nombradas así realmente apenas eran un puñado, como si fuera aquello un lema residual y anacrónico.

Sin embargo lo que me parece igual de anacrónico es la situación misma de Gibraltar, español o no, en Europa, una vez que ya dejó de ser punto estratégico de aquel Imperio Británico y se ha convertido poco menos que en paraíso fiscal, con las connotaciones negativas añadidas a esa condición, punto de entrada del contrabando poco controlado y no mucho más. Y digo anacrónico porque la hipocresía de los gobernantes, que cuando se reunen abominan de los paraísos fiscales como lavadero de dinero negro y evasión de dinero blanco, sin embargo luego los amparan con celo exagerado cuando les suponen ingresos añadidos, acepta que eso ocurra en la misma Unión Europea que los discute, y todo porque el primo de Zumosol de Gibraltar es Gran Bretaña, que de otra manera ya hubiera sido resuelto.

A mí que los gibraltareños se sientan británicos, aunque sean del Betis y del Cádiz y hablen más andaluz que inglés, me parece lógico. En su situación actual la economía es boyante y no sería igual cambiado el status, y ya sabemos que el dinero puede bastante más que las banderas para quienes podrían ir a peor. Y realmente, salvo para ellos y para quienes viven de ellos, nada cambiaría en realidad políticamente. Pero, dicho esto, tampoco es que este andar tocando los... periódicamente no merezca cierta reciprocidad española y hasta es normal que de vez en vez se muestre el malestar por ciertas conductas, por mucho que Cámeron se haga el indignado porque esto ya no es el siglo XVI, ni el XVII, ni el XVIII ni el XIX, y lo que hace falta es más orden, menos hipocresía y mayor sentido común en lo que concierne al Peñon, un auténtico anacronismo del siglo XXI y la UE.

Mientras, en Anchuras aún sigue la placa nombrando a esa calle, una de las más largas del casco urbano:


1 comentario:

  1. Decía Franco que Gibraltar era "una fruta que con el tiempo maduraría y caería por su propio peso".
    Da la sensación que como las uvas de la fábula, aún está "muy verde".

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