De todos los pecados capitales hoy me he levantado con el de la pereza. El horizonte es una línea de agua que separa mar y cielo. Otro de esos ocios totales que te alejan de cualquier tentación de moverte, que te postra contemplativo y te desarma hasta el extremo de la astenia.
Tenía un microrrelato sobre esto:
"No supo por qué pero dejó de inspirar el aire porque eso llevaría aparejado la tarea de espirarlo y se sentía incapaz de acumular tanta tarea pendiente".
Hasta mañana.
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Pero eso conlleva a la muerte...
ResponderEliminarTenemos que luchar y no ser perezosos.
Disfruta el descanso.
¡Levántate y anda!
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