Como ciudadano me pregunto algunas cosas:
¿Quién tiene tanto interés en poner a la cabeza de órganos reguladores como el Banco de España a personajes de claro perfil político e ideológico afines?
¿Quién tiene interés en poner como Defensor del Pueblo a personas de arraigada trayectoria política en los partidos que ostentan el gobierno del país?
¿Quién tiene tanto interés en poder nombrar un Fiscal general del Estado que siempre lleva la coletilla de conservador o progresista, según el color del gobierno de turno, y que siempre es considerado de la confianza absoluta de quien lo propone y nombra?
¿Quién tiene tanto interés en componer, arrogándose la propuesta de nombramiento, el Tribunal Constitucional, de modo que los de su perfil copen una mayoría estable?
¿Lo han pensado alguna vez?
Si me dicen que esos nombramientos garantizan los derechos de los ciudadanos más que si los partidos políticos no intervinieran, que son mejores para todos que si solo dependieran del mérito profesional y la capacidad, que solo pueden funcionar con los peones colocados por los políticos, diré que es algo realmente falso, insostenible, que no puede creerse nadie con un mínimo de inteligencia.
De haber beneficiarios de ese sistema de designación y nombramientos solo se me ocurren los propios políticos, sus intereses, sus políticas, su margen de maniobra y su seguridad jurídica. Desde luego en nada repercute en los ciudadanos.
Todavía hay gente que defiende esto y que cuestiona que los propios ciudadanos pidan cambios, independencia real de las instituciones y organismos reguladores. Gentes que prefieren criticar a quien lo hace para no caer en la realidad de que todas esas decisiones de nombramiento solo amparan a los partidos y los políticos, al poder, y que no le sirven para nada a los ciudadanos de a pie, que ni ven mejorados sus derechos, ni se ven más amparados ni encuentran ventaja real en ello.
Como ciudadano creo imprescindible órganos reguladores independientes, sin hipotecas políticas y que solo se deban al interés general; como ciudadano creo imprescindible tribunales independientes, jueces sin condicionamiento previo, fiscales sin servidumbres, y quien luche por eso, desde el orden y el sentido común, me parecerá siempre alguien realmente digno de alabar.
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me parece que estos asuntos de economía los llevan los que entienden de la misma, el resto de los humanos no estamos a su altura para saber de este tema, no queramos saber mas que ellos
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