jueves, 2 de junio de 2016

¡AY, MI MARÍA! (Página nº 3666)

Leo que María Martín-Serrano, alumna hoy del IES "Ojos de Giuadiana", ha sido la ganadora del Concurso de Relato Corto de Coca-Cola en Castilla-La Mancha y que, junto a los otros dieciséis premiados en otras autonomías, gozará de la asistencia a la Gala Oficial de entrega de premios que se celebrará en la Real Academia de la Lengua y vivirá un viaje literario al extranjero además de otras experiencias excepcionales que podrá añadir a su ya estupendo curriculo artístico, y al conocer la noticia siento una alegría especial porque esa María es "mi María", una de mis alumnas en mis años de maestro de Primer Ciclo, que empezó a despuntar entonces como una lectora empedernida y cuyos primeros relatos, brevísimos, ya apuntaban a una capacidad creativa y buen uso del lenguaje.
 
No es que quiera atribuirme el mérito porque María ya era una niña muy estimulada artísticamente pero también de una curiosidad asombrosa, fruto de unos padres capaces de ponerle al alcance los medios para desarrollar esas inquietudes, pero al menos sí que me siento copartícipe de ese proceso de aprendizaje y estímulo en el que no solo María sino un maravilloso grupo de alumnos con enormes ganas de aprender me ofrecieron unos de los mejores años que he vivido como docente.
 
Y digo que María es artista ya no solo por este premio, que es casi lo de menos, sino porque se atreve con todo y la he visto actuar en vivo, también en alguno de sus anuncios, y hasta espero ver el corto próximamente y que está por estrenar. Y curiosamente la recuerdo en aquel breve papel que le asigné en la obra que yo mismo escribí para Navidad y en el que ya demostró que sabía expresar de una manera especial aquel par de cuartetos haciendo de Virgen María, casi vislumbrando esa faceta interpretativa que ahora desarrolla con formación específica.
 
María, "mi María", ¡cuánto me alegro por ti!, ¡cuánto por tu familia!. Hace nada te vi en la tele local, sorprendido ya con tanta madurez para tu escasa edad, y pensé así, en esta "mi María", una dulcísima persona que sigue creciendo interiormente, que adora la vida y quiere disfrutarla, que sabe del sacrificio que cuestan las cosas pero ha decidido que valey mucho la pena esforzarse por lograr los sueños y más cuando se siente arropada por quienes más la quieren. Y me sale el orgullo indisimulado de haber estado en algún momento ahí, viendo tus progresos, y también ahora, siguiendo tus avances.
 
Enhorabuena, María. Sigue siendo tú, te irá muy bien.


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1 comentario:

  1. Gracias Javier por estas palabras tan hermosas, vosotros, los docentes, sois la piedra angular donde se apoyan los primeros pilares que hacen que estas cosas sean posibles.
    ¡¡gracias¡¡

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