Lo sucedido en Brasil con Lula da Silva es vergonzoso. Que te nombren ministro exclusivamente para dotarte de aforamiento ante la acción de la justicia, y en lo que se supone una democracia, es de los episodios más vergonzosos y reprobables que se puedan vivir, sobre todo cuando al interfecto se le llenaba la boca de justicia, honestidad y decencia.
No sé si Lula, un personaje emblemático a nivel internacional que hizo creer en un modelo ético frente a un sistema absolutamente corrupto como era el brasileño, será culpable o no de lo que se le acusa, que eso lo debe dirimir la propia justicia, pero la cosa pinta muy mal y esta maniobra, de la mano de otro personaje como Dilma Rouseff, que parecía aparentar lo que no era pero cuyos vínculos con la corrupción parecen aún más nítidos, deja su figura política por los suelos y nos parece devolver ese "todos son iguales" tan frecuente para quien tiene, en un momento dado, cuota importante de poder. Y Lula lo tuvo y mucho.
Aunque la justicia ha anulado el nombramiento la maniobra ha quedado al aire la intención y la aceptación del cargo le ha retratado.
Ya, el hecho de que acepte esa jugada escandalosa de ser nombrado ministro escapista dice, y mucho, de las convicciones de este individuo, esa propensión a tratar de estar por encima de los tribunales y establecer trabas, obstáculos, para que, en caso de culpabilidad, termine con sus huesos donde debería. O estás poco seguro de tu inocencia o el sistema judicial es corrupto, lo que en parte es también su responsabilidad y el de su sucesora que han tenido tiempo de introducir cambios en el sistema para que no fuera así o se minimizara la posibilidad de una vulneración de los derechos de los procesados.
Pero es que, además, hoy sale la noticia de que la policía habría identificado una propiedad de lujo como patrimonio oculto del ex-presidente:
Para colmo las palabras de Lula en 1988 se han hecho virales porque es fácil hablar cuando se está al otro lado pero la hemeroteca, la maldita hemeroteca siempre viene a recordarte lo que dijiste ser y lo que eres:
"En Brasil es así: cuando un pobre roba, va a la cárcel; pero cuando un rico roba, se vuelve ministro".
Lo clavó.
Pues como en España.Repasa la actualidad de los juzgados y de las cárceles y comprueba los nombres y las actividades de los individuos encausados.
ResponderEliminarLula Barberá
ResponderEliminarMe suena tanto la música... Rita Barberá, o la alcaldesa de Jerez, o el comisionista Gómez de la Serna. Cuando están inmersos en algún asunto turbio, es sistemático: rápidamente acceden al congreso o al Senado (muchas veces por designación digital, en este último). Si, como ahora, todavía pende la amenaza de una repetición de elecciones, misteriosamente acceden a alguna diputación permanente de las cámaras, para que sigan estando aforados incluso ante la eventualidad de que se disuelvan las cortes anticipadamente. No es casualidad; es una estrategia de protección por parte de sus partidos en favor de aquellos corruptos de entre sus filas que tienen información sensible ("no vamos a hacernos daño, ¿verdad, doctor?").
ResponderEliminarTambién se utiliza el aforamiento no sólo como protección. Barberá tendrá, si la imputan como todo parece indicar, la posibilidad de no ir a declarar si no quiere; podría contestar por escrito desde el salón de su casa, en el plazo de varios días y con asistencia letrada -o que su propio abogado conteste por ella-. En caso de que el Tribunal Supremo (único competente para juzgar a diputados y senadores) inicie el procesamiento, renuncian a su escaño y vuelta a empezar... otros cuantos meses entre que pase a la justicia ordinaria y el nuevo fiscal reciba, estudie y asuma las diligencias previas. Así podemos tirarnos años, como con la trama Gürtel o de los EREs, hasta que los delitos vayan prescribiendo. Luego tenemos a impresentables quejándose de la lentitud de la justicia, de los procesos que se prolongan durante años, pero esto sucede así porque los procesados aprovechan cada resquicio legal de un proceso sumamente garantista para tratar de prolongarlo en lo posible, destruir pruebas u ocultar las fortunas robadas. En ocasiones, como con la Gürtel, asesorados por ex-ministros como Federico Trillo, que parece también tendrán que dar cuentas de sus tejemanejes en breves fechas.
No hay que olvidar o que caiga en el olvido a los expresidentes de la junta de andalucia, Griñan y Chaves, entre otros
ResponderEliminarNo es el mismo caso, puesto que ellos ya estaban aforados, no lo fueron ante la amenaza de imputación. Ellos se vieron forzados a dejar su aforamiento para que Susana pudiera gobernar.
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