jueves, 24 de marzo de 2016

CINTURÓN DE SEGURIDAD (Página nº 3549)


Lo peor de la tragedia del accidente de autobús del pasado domingo es conocer que ninguna de las trece víctimas mortales llevaban puesto el cinturón de seguridad. Y digo lo peor porque es posible que, de haberlos llevado puestos, estaríamos hablando de una tragedia mucho menor, quizá sin muertos, por lo que se desprende de las informaciones leídas y escuchadas, y lo que es peor, sin familias también destrozadas por el dolor y la pérdida.

En los últimos tiempos se han ido incorporando normativas para hacer más seguros los viajes en autobús, con estructuras que soportan mucho mejor los vuelcos evitando las deformaciones de la carrocería o la incorporación de estos cinturones obligatorios, entre otros, para que ante un fallo humano o mecánico los pasajeros puedan tener mayor posibilidad de escapar ilesos de esos accidentes o minimizar, al menos, la gravedad de las lesiones. Desgraciadamente han sido necesarios vivir muchas tragedias previas para que esas medidas de seguridad fueran imponiéndose, para que las normativas avanzasen en este campo imprescindible, aunque otro factor humano termine por  no hacerlas del todo eficaces, y es que suele ocurrir que son los propios usuarios quienes menosprecian su valor y terminan por no utilizar esos cinturones creyendo que son incómodos e innecesarios.

Yo, con mis compañeros,, cuando vamos de excursión con actividades del colegio, ponemos todo el empeño del mundo en que mantengan puestos los cinturones durante todo el trayecto, una pelea que se salda con victoria a base de insistencia, revisiones, enfados, porque los chavales parecen incapaces de entender que está en juego su seguridad y suelen ver el artefacto como algo que les impide la movilidad y les estropea el "rollo" para hablar con unos y otros y saber qué pasa allí detrás. Pero somos intransigentes.

Ya conté aquí que en 1997 tuve un accidente con mi R-5 y terminé dando varias vueltas antes de detenerse el coche que terminó siendo siniestro total. Pues bien, sentí como el cinturón me sujetaba de tal modo al asiento que apenas pude moverme hasta que el vehículo se detuvo en mitad de un plantío abandonado y sin que sufriera ni un mínimo dolor ni en ese momento ni en los días posteriores. Supe entonces que me había salvado la vida, que la firmeza de su "abrazo" me había protegido de golpearme con cualquier elemento del interior o salir despedido, y es por eso que jamás me desprendo de él, que sé que me da una seguridad de la que no puedo ni quiero prescindir.

Evidentemente no se trata de tener una experiencia previa como la que tuve yo, pero sí de entender que la obligatoriedad de este elemento de seguridad en autobuses, como en otros vehículos, nada tiene de estético sino que está ahí porque debe estar, debe usarse, sin quedar al albedrío del usuario. No sé por qué nos cuesta tanto entenderlo porque nos puede ir la vida en ello.

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14 comentarios:

  1. Pues mira por donde yo estoi aqui escribiendo esto por todo lo contrario,el conductor del coche se durmio y chocamos contra un camion y con el impacto quedo el techo incustrado contea los reposacabezas.ironias de la vida,gracias a no llevar el cinturon estoi aqui,

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    1. Muchaaaacho, qué tonterías dices, supongo que te quedaste así de aquel golpe.

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    2. Eres de quienes llevan una hebilla de pega para que no pite el testigo de cinturón desabrochado, ¿me equivoco?

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    3. Si,creo recordar q si,por curiosidad,pregunta si te caiste del tacata de chico q creo q te diste el golpe antes q yo,y si,si te equivocas yo llevo quitado el fusible para q no pite,es mas comodo

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  2. Pues en Daimiel no estaría de más iniciar una campaña de concienciación primero y de sanciónes después para ver si padres y adultos se terminan de mentalizar del uso de conturones y de elementos de seguridad para ellos y sobre todo para sus hijos .
    Pero como casi siempre estos incumplimientos los vemos todos, menos quien debe perseguirlos y castigarlos.

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  3. Será porque no utiliza las mismas gafas que tu,

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    1. Yo he visto barbaridades, niños de pie, asomados por la ventanilla, sin níngún tipo de sujeción. No pasan más cosas no sé por qué pero hay padres y madres muy irresponsables

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  4. Un muchacho de daimiel se quemó dentro del coche porque su hermano y amigos no le pudieron desabrochar el cinturón. Yo he pensado muchas veces que si me quiero arriesgar,¿por que me tienen que multar;y es que si me golpeo, doy trabajo a la seguridad social... pero si me mato; no tendrán que pagar mi jubilación. a no ser que quieran indemnizar a los muertos.Yo más bien creo que es por la pasta como dice Galo.

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    1. La estadísticas demuestran la fiabilidad de los cinturones y el porcentaje es mucho mayor que las muertes que puede provocar. Usarlo o no usarlo no debería ser una alternativa porque muerto te dará igual pero vivo no si las lesiones son paraplejias, tetraplejias u otras patologías importantes, no solo golpes que trivializas con lo de dar trabajo a la Seguridad Social.

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    2. Los accidentes con incendio posterior son pocos y casi siempre causados por choques a velocidades extremas que destrozan motor y depósito, poniendo en contacto el carburante con piezas a altas temperaturas. Sin embargo, accidentes mortales por no llevar cinturón son frecuentes (casi la mitad de las víctimas no lo llevaban) y basta un vuelco o un choque medianamente grave para que un ocupante atraviese la luna frontal o salga despedido por una ventanilla.

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  5. Pues ami me jode que se me obligue.

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    1. y pagar impuestos, y pagar multas cuando cometes infracciones, y madrugar, y envejecer, y morirte. Seguro que te jode todo eso pero...es lo que toca.

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  6. A mí me hacen gracia tantos autobuses que siguen llevando un asidero en cada respaldo, con su cenicero (reconvertido luego en recogedor de chicles y tiques) y con una barra que casualmente se queda a la altura de la cara de casi cualquier persona, salvo que sea muy baja. Da igual que lleves puesto el cinturón en un asiento de bus, si ante un frenazo te dejas los dientes -como poco- en el asidero. Tan importante es la presencia de cinturón como eliminar y prohibir todo saliente rígido en los respaldos, porque no hay espacio suficiente entre asientos como para que el cinto haga su trabajo de retención, menos aún si es de dos puntos.

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